flautas andinas, música, ritmo, alegría, sonrisas, recuerdos. Ella: danzando con sus dientes aperlados. Nosotros: felices de verla brillar. Y es que cuando esta contenta el cielo sonrie. A veces me quejo, a veces lamento no poder tenerte cerca, pero también comprendo nuevamente que tu tienes un propósito distinto al mío y a la vez tan parecido, pues fui engendrada en tu vientre pero mucho antes en tu deseo. Hoy en tus ojos apesar de las distancias, las diferencias, las heridas, tus actitudes estan impregnadas de tu intención mas humilde de entregarte y amar. Siempre has dado lo que ha estado en tus posibilidades. Con amor, tu hija engendrada en tu cuerpo fértil convertida en amazona
Un espacio para cada viviencia