
Yo una en la raíz,
con la tierra,
con el cosmos,
con la hermandad.
Yo conmigo misma,
con mis anhelos,
con mis miedos,
con la humanidad.
Todos, reunidos
bajo el mismo manto lunar.
Palpitando,
luchando por continuar.
Por dar nuestro mejor esfuerzo
Llorando, cantando, gozando,
Al fin en el silencio.
En el vientre que purifica;
con las medicinas que alivian
con las esperanza que da paso a lo nuevo,
con el renacimiento en la piel,
con el espiritu regocijado
en todo el cuerpo
Yo emprendiendo este viaje
tan interno, tan personal,
tan acompañada y finalmente,
siempre,
tan bendecida.
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